Los siguientes son los casos en los que la deduplicación genera los efectos máximos:
Cuando se realizan copias de seguridad de datos similares de diferentes fuentes en el modo de copia de seguridad completa. Este es el caso cuando se hacen copias de seguridad de sistemas operativos y aplicaciones implementadas de una única fuente en la red.
Cuando se hacen copias de seguridad incrementales de datos similares de fuentes diferentes, siempre y cuando los cambios que se hacen a los datos también sean similares. Este es el caso cuando se implementan actualizaciones de estos sistemas y se aplican las copias de seguridad incrementales.
Cuando se hacen copias de seguridad incrementales de datos que no cambian en su contenido, pero cambian su ubicación. Este es el caso cuando circulan múltiples partes de datos en la red o dentro de un sistema. Cada vez que se mueve una parte de datos, este mismo se incluye en la copia de seguridad incremental, que se convierte en un tamaño grande aunque no contenga datos nuevos. La deduplicación ayuda a resolver el problema: cada vez que aparece un elemento en un lugar nuevo, se guarda una referencia hacia el mismo, en lugar del propio elemento.
Deduplicación y copias de seguridad incrementales
En caso de realizar cambios aleatorios en los datos, la deduplicación y las copias de seguridad incrementales no surtirán demasiado efecto porque:
Los elementos deduplicados que no se han cambiado no se incluyen en las copias de seguridad incrementales.
Los elementos deduplicados que se han cambiado ya no son idénticos y por lo tanto no se deduplicarán.